Reseña | Voz – Christina Dalcher

Holiii, sean lectores bienvenidos a mi pequeño blog literario. ¿Cómo están hoy? Yo muy bien, y hoy les traigo la reseña de un libro que me hizo sentir demasiada ira.


VOZ

FICHA TÉCNICA

  • Título: Voz
  • Título original: Vox
  • Autora: Christina Dalcher
  • Traducción: Ana Herrera
  • Editorial: Penguin Random House
  • Sello: Roca Editorial
  • Saga: No
  • Llega a Uruguay gracias a: Penguin Random House
  • Páginas: 350
  • ISBN: 9788417305390

SINOPSIS

Situada en Estados Unidos donde la mitad de la población ha sido silenciada, Voz es una historia inolvidable y llena de tensión, en la que una mujer se enfrentará a los poderes establecidos para proteger a su hija y a sí misma.

100 al día. Ni una más. Esa es la cifra de palabras que la neurolingüista Jean McClellan y el resto de mujeres tienen derecho a pronunciar cada día. Una sola palabra por encima de esa cifra y cientos de voltios de electricidad recorrerán las venas de cualquier mujer que se atreva a sobrepasarla. Ese es el mandato del nuevo gobierno. Las mujeres no pueden escribir, los libros les han sido prohibidos, sus cuentas bancarias han sido transferidas al hombre de familia y se han suprimido todos los empleos para las mujeres.

Pero cuando el hermano del presidente sufre un extraño ataque, a Jean le devuelven temporalmente el derecho a trabajar y a hablar más de 100 palabras al día, con el objetivo de que continúe investigando la cura de la afasia, un extraño trastorno de una parte del cerebro que controla el lenguaje.

Jean no tardará en descubrir que la están utilizando y que ha pasado, sin saberlo, a formar parte de un plan mucho más grande, cuya intención no es encontrar la cura de la afasia, sino inducirla. ¿El objetivo final? Quitar por completo la voz a las mujeres.

MI OPINIÓN

Me interesé para leer este libro en el momento en que me enteré de qué iba. Una sociedad patriarcal en la que una organización ultrarreligiosa se impuso al poder, y que le han quitado la voz a las mujeres; o por lo menos, la mayor parte de ella.

En esta sociedad, a todas las mujeres, niñas también, les han han puesto un contador de palabras en la muñeca. Una especie de brazalete del infierno, en el que a medida que una mujer habla el contador va subiendo, y mucho cuidado si se pasa del número 100. Porque si eso sucede, una fuertísima descarga eléctrica fluirá desde el brazalete a todo el cuerpo.

Además de colocarles el contador, también las han obligado a dejar sus trabajos, les han quitado los libros, les prohíben leer (lo que sea), y además, les prohíben comunicarse entre sí mediante cualquier cosa que no sean palabras. Por no mencionar el adulterio, que está completamente condenado.
Si eres mujer y el gobierno te atrapa en cualquiera de estas actividades, vete despidiendo de tu familia, porque irán a buscarte y te llevarán a granjas de trabajo forzado, a que mueras al sol. Pero si eres hombre, quédate tranquilito que a ustedes nunca les pasa nada, porque como siempre, están llenos de privilegios.

Christina Dalcher

En esta horrible situación, vive nuestra protagonista, Jean McClellan, una neurolingüista italiana que se casó de joven con un americano, Patrick. Jean tiene tres hijos varones y una hija pequeña que está condenada, igual que ella, a llevar el contador.

¿Qué decirles de la familia de Jean? Que son todos unos imbéciles, menos su hija y quizás los mellizos. Pero el marido y el hijo mayor, ay dioses. Patrick es la clase de persona que ante una injusticia mira hacia el otro lado, en pos de «si no lo veo no existe»; y por otro lado, su hijo mayor, Svent es el mayor imbécil de todos. A Svent le han lavado el cerebro los ultrarreligiosos de su colegio, y ahora va por ahí predicando lo que estos dicen.

—La profe es maja. Y dice algunas cosas que no están mal. Ya sabes, como lo duro que es para los niños cuando trabajan los dos, el padre y la madre, y que hemos llegado a un punto en que la gente se ha olvidado de las cosas sencillas.
—¿Y qué cosas sencillas son esas?
—Bueno, pues cosas como cuidar las plantas, cocinar y cosas de esas. En lugar de ir por ahí haciendo trabajos absurdos.
—¿Piensas que debería cuidar más las plantas y cocinar más? ¿Crees que el trabajo que yo hago es menos importante que… no sé… las manualidades?
—No, tú no, mamá. Otras mujeres, esas que solo quieren salir de casa para tener una identidad.

La vida de Jean dará un giro de 180° cuando el hermano del presidente tiene un accidente y una parte del hemisferio izquierdo de su cerebro queda dañada. Da la casualidad, que el trabajo de Jean era la investigación de esta zona del cerebro y sus consecuencias, y en lo posible, hallar una posible cura.
Cuando se presentan hombres del gobierno en su casa, prácticamente a exigirles, que trabajen para ella para buscar una cura. Jean pone las condiciones de que, además de quitarle su contador, le quiten el de su hija; y que además, su equipo de trabajo esté conformado por sus antiguos colegas.
A partir de esto, Jean se verá involucrada en algo muchísimo más grande que la búsqueda de la cura para esta enfermedad, el síndrome de Wernicke.

Esta distopía feminista me mantuvo pegada a las páginas en casi todo momento. Al principio del libro, no podía estar más de 25 páginas sin querer gritar, romper cosas y tirar el libro al diablo. Es un libro que me enfureció de maneras que ningún libro lo había conseguido hasta ahora. Por las dudas, no me refiero a que el libro sea malo, ni nada por el estilo; pero la situación a la que se veían enfrentadas las mujeres me generaba una ira tremenda.

—¿Sabe lo que queda si quita «femi» de «feminazi»? Nazi. Eso es lo que queda. ¿Le gusta más así?

Tiene capítulos muy breves que te harán pensar y cuestionarte, y principalmente, cuestionarte si ésta situación no podría llegar a darse en algún momento en el futuro en algunos países.
Además de contar con capítulos breves, está lleno de diálogos y la escritura de la autora es ágil y sencilla, que harán que no quieras despegarte del libro y las páginas se moverán con fluidez.

Realmente les recomiendo esta novela, no la dejen pasar. Si la leen, ignoren el versito en la portada que dice «Una aterradora reinterpretación de El cuento de la criada», porque sabemos que ninguna historia se acerca a lo que fue El cuento de la criada, y si van pensando encontrarse con una historia que la supere, se llevarán una decepción. Lo mejor es hacer lo que hice yo, que al momento de leer Voz, las separé completamente.

Muchas gracias a Penguin Random House por mi ejemplar ♥ .

Y como siempre: ¡Muerte al macho!


Espero que les haya gustado la entrada de hoy. Me gustaría que me dejasen su opinión en los comentarios. Les dejo un beso grande y nos leemos pronto.

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