Holiii, sean lectores bienvenidos a mi pequeño blog literario. Hoy toca la reseña de El príncipe cruel, el primer libro de la trilogía de Los habitantes del aire, escrita por Holly Black.
EL PRÍNCIPE CRUEL
FICHA TÉCNICA
- Título: El príncipe cruel
- Título original: The Cruel Prince
- Autor/a: Holly Black
- Traducción: Jaime Valero Martínez
- Editorial: Hidra
- Sello: Hidra
- Saga: Los habitantes del aire #1/3.
- Llega a Uruguay gracias a: Distribuidora Origen
- Páginas: 456
- ISBN: 978-84-17390-61-
SINOPSIS
Jude tenía siete años cuando sus padres fueron asesinados y, junto con sus hermanas, fue trasladada a la traicionera Corte Suprema de Faerie. Diez años más tarde, lo único que Jude desea, a pesar de ser una simple mortal, es sentir que pertenece a ese lugar. Pero la mayoría de los seres feéricos desprecian a los humanos. Especialmente el príncipe Cardan, el hijo más joven y perverso del rey supremo.
Para hacerse un hueco en la corte, Jude deberá enfrentarse a él. Y afrontar las consecuencias. Como resultado, se verá envuelta en una red de intrigas entre inmortales, y descubrirá su propia habilidad para el derramamiento de sangre.
El príncipe cruel | El rey malvado | La reina de la nada
Spin off: Cómo el rey de Elfhame aprendió a odiar los cuentos
MI OPINIÓN
El príncipe cruel es el primer libro de la trilogía de Los habitantes del aire, escrito por la autora estadounidense, Holly Black. Hace mucho tiempo que tenía ganas de leer esta trilogía por todo el hype que le daban, y porque sentía que era mi tipo de historia, ahora que finalmente llegó completa a Uruguay puedo empezar a disfrutarla.
Esta trilogía no es la típica novela de fantasía de hadas a la que podría tenernos acostumbrados Sarah J. Maas. Holly Black crea un mundo mucho más oscuro, en el que los habitantes de Faerie son totalmente monstruosos, crueles y odian a muerte a los humanos. Estos seres oscuros se acercan mucho más a aquellos cuentos macabros de antaño, en los que si te perdías en el bosque iba a salir un monstruo que se comía niños, es muy en esa onda.
En El príncipe cruel tenemos la historia de Jude y del príncipe Cardan. Empecemos por Jude. Jude tenía siete años en el momento en el que un hombre extraño se presentó en su casa y, frente a ella, asesina a su padre y a su madre. ¿El motivo del asesinato? Al parecer, la madre de Jude era la ex esposa del asesino, que resulta ser un miembro de la Corte Suprema de Elfhame, sí, un hombre hada vino a reclamar el derecho sobre su ex mujer por escapar al mundo humano y haberse vuelto a casar. Este hombre, del que ya me olvidé el nombre, perdón, creo que se llamaba Madoc, se ve con la obligación de recuperar a su hija (la hermana mayor de Jude) y con la obligación moral de «adoptar» a Jude y su hermana gemela Taryn, llevándolas contra su voluntad a Elfhame.
En Elfhame, intentarán adaptarse a la vida que pueden llevar allí, ya que Madoc es el general de la guardia real y tiene una megamansión y toda la mano. A pesar de que se encuentran allí en contra su voluntad, y de que quieren convencerse de que el lugar es horrible, Jude y Taryn aprenden, de a poco, a agarrarle cariño y a hacerse un lugar propio. Su hermana mayor, al ser la que tiene más recuerdos de su vida con su madre y padrastro humanos, es la única que no tolera vivir allí, y cada vez que puede se escapa al mundo humano para aparentar un poco de normalidad.
Por otro lado, como ya les mencioné, tenemos al príncipe Cardan. Es el hijo menor del rey, el menor de seis hermanos, por lo que, por suerte, tiene muy pocas probabilidades de ascender al trono. Cardan es una persona muy, muy cruel, egoísta, malvado y que disfruta haciéndole daño a los demás. Pero sobre todas las cosas, disfruta haciéndole daño a Jude; por razones desconocidas, Cardan se ha pasado la vida misma hostigando a Jude en todo lo posible, tanto daño físico como mental.
Por cosas que no mencionaré porque son spoiler, Jude se ve partícipe en una red de intrigas en la corte, y para hacerse sitio en ella, no importa los sacrificios que deba hacer, ni a quién deba matar, Jude lo hará encantada si así se gana su lugar.
«Pero hay una cosa que no saben: sí, me dan miedo, pero siempre he vivido asustada, desde el día que llegué aquí. Me crio el hombre que asesinó a mis padres, retenida en una tierra llena de monstruos.»
Lo mejor, lo mejor de este libro es el personaje de Jude, porque está loca. Al comienzo del libro puede parecer el típico personaje principal femenino de una novela juvenil. Aquella que sí, está dispuesta a sacrificarlo todo con tal de conseguir lo que se propone y de proteger a quienes quiere, pero Jude lo lleva a un nivel muchísimo más alto. En algún punto de la novela algo lleva a Jude a un quiebre, y a partir de ahí su personalidad se va en cuesta abajo. Pero no de una mala manera, su personaje evoluciona de una manera increíble, pero se va volviendo cada vez más y más oscuro. Jude no conoce límites a la hora de conseguir lo que se propone; si tiene que asesinar, lo hará de ojos cerrados, si tiene que cometer traición al rey o a una persona en específico, quédate tranquilo que también va a hacerlo. Es un personaje del que nunca sabes con qué plan va a salir, o qué giro de tuerca le va a hacer a un plan que ya estaba establecido con anterioridad, me recordaba muchísimo a Aelin, de Trono de Cristal.
El personaje de Cardan grita tóxico con mayúsculas en letra 56 y con luces de color neón. Como ya les mencioné más arriba, Cardan se ha pasado la vida entera hostigando a Jude, y nada de un empujón y miro como te caes al suelo. Cardan lo lleva muchísimo más allá. Desde hechizos, venenos en la comida, hasta un casi ahogamiento, y un largo etcétera. A pesar de todas estas razones que lo hacen ver como un hijo de re mil p*, que lo es, Cardan se convirtió en uno de mis personajes favoritos. Creo que nunca había leído a un personaje tan cruel, inteligente y malvado en ningún libro, y me encanta *sí, necesito terapia*.
¿Enemies to lovers? Sí, lo grita por todos lados. Pero este sí que es un enemies to lovers, con muchísimo odio y veneno incluido. Nada de que se odian y al medio libro se aman y morirían uno por el otro. No, nada de eso. En este libro ambos personajes principales se odian entre sí con la fuerza de mil soles y harían lo que sea con tal de aniquilar al otro.
Con respecto al resto de personajes secundarios, todos son me sorprendieron muchísimo. Ninguno es lo que parece, y a pesar de que alguno de ellos parezca más bueno que el pan, no dudarán en apuñalarte por la espalda en la mínima ocasión con tal de obtener algún beneficio.
«—¿Te crees que, porque puedas humillarme, también puedes controlarme? Pues entonces eres idiota. Desde que empezamos a ir juntos a clase, has hecho todo lo posible por hacerme sentir inferior. Y para satisfacer tu ego, te lo he permitido. Me he hecho pequeñita, he mantenido la cabeza gacha. Pero eso no bastó para que nos dejaras a Taryn y a mí en paz, así que no pienso seguir haciéndolo. Pienso seguir desafiándote. Pienso humillarte con mi desafío. No haces más que recordarme que soy una simple mortal y que tú eres un príncipe de Faerie. Pues bien, permíteme recordarte que eso significa que tienes mucho que perder, y yo no. Puede que al final salgas victorioso, puede que me hechices, que me hagas daño y que me humilles, pero me aseguraré de que pierdas todo cuanto te pueda arrebatar durante mi caída. Ten clara una cosa: «esto solo es una pequeña muestra de lo que puedo hacer».»
Mi problema con Holly Black fue que me pareció que era muy vaga al escribir. Sí, vaga de haragana. Me pasó con muchas escenas en las que la autora no las describía a fondo, es decir, que la comentaba muy por arriba, o que incluso terminaban demasiado rápido, dejando al lector con ganas de más, pero en el mal sentido. También me pasó que sentí vaga su escritura con las descripciones del lugar, o de los seres mitológicos que poblaban las Islas Movedizas de Elfhame. Me costaba mucho imaginarme los seres a causa de esta carencia de descripciones.
«Puede que Faerie sea un lugar hermoso, pero su belleza es como el cadáver de un ciervo dorado: por dentro está repleto de gusanos, a punto de reventar.»
AUTOR/A
Holly Black es una autora superventas internacional que ha escrito sagas de fantasía juvenil como Las crónicas de Spiderwick (con Tony DiTerlizzi) o Magisterium (con Cassandra Clare). Ha sido además finalista del premio Eisner.
Actualmente vive en Nueva Inglaterra con su marido y su hijo en una casa con una puerta secreta.
Espero que les haya gustado la entrada de hoy. Me gustaría que me dejasen su opinión en los comentarios. Les dejo un beso grande y nos leemos pronto.